En la gigantesca China, Aarhus sería un pequeño barrio de una gran urbe como Pekín o Shanghai. Pero en un país de cinco millones de habitantes como Dinamarca, Aarhus se erige como la segunda ciudad más grande, con 250.000 habitantes, sólo superada por la capital Copenhague. Este coqueto rincón queda a una hora de mi casa danesa, por lo que lo visitamos con cierta frecuencia. Y puedo decir que es un destino obligatorio para todas nuestras visitas y nadie ha quedado defraudado. Es una ciudad universitaria, por lo que el ambiente y la animación están asegurados. Sus fachadas derrochan buen gusto, al más puro estilo nórdico, y sus habitantes disfrutan de eventos culturales día sí y día también. Aarhus es, sin duda, un acierto si estáis pensando visitar Dinamarca. Voy a compartir aquí algunos de mis lugares favoritos:
El DOKK 1
Es la principal biblioteca de la ciudad. ¿Y qué hace una biblioteca en un post de este tipo, con recomendaciones más turísticas? Yo creo que estos centros ‘del saber’ reflejan el alma de un país y su apuesta por la calidad del bienestar mental de sus ciudadanos, y en la biblioteca de Aarhus percibes la importancia que le otorga Dinamarca. Es un edificio espectacular, situado en el puerto de la ciudad, con una arquitectura moderna y minimalista firmada por el estudio danés Schmidt Hammer Lassen. Pero es un lugar cálido, para ser vivido, un punto de encuentro en el que puedes pasar todo el día sin que nadie te moleste. Conjuga el diseño y la decoración artística con espacios muy confortables para leer, tomar un café, descansar, charlar, acudir a eventos… Todo un referente de la vida analógica en pleno siglo XXI. Acoge también la oficina del Servicio al Ciudadano y su parking automatizado, con una preciosa instalación en el techo, es digno de ver.

El centro histórico
Perfecto para callejear y perderse para contemplar algunas callejuelas empedradas antiguas, la arquitectura clásica danesa con entramados de madera, los escaparates llenos de diseño y buen gusto, los restaurantes a tutiplén… Pasear por el barrio latino de Aarhus es una delicia, y en el camino te puedes encontrar joyas como el teatro de Aarhus o la catedral del siglo XII, la más grande del país. En ella hay frescos espectaculares y un barco colgando del techo, para recordar la conexión del país con el mar y a aquellos que perdieron su vida faenando en él.

Aarhus Street food
Creada en 2016, es una estupenda opción para combatir dos de las lacras danesas: la gastronomía y el mal tiempo. Esta nave a cubierto ofrece una treintena de puestos de comida internacional, muy variopinta, en un ambiente muy ecléctico y con estos toques de diseño danés que tanto me gustan. La comida es rica, variada y a mejor precio que en un restaurante, y los baños son muy artísticos.

Den Gamle By
Este museo al aire libre es un viaje en el tiempo, literal. Se traduce como ‘la antigua ciudad’ y teletransporta al visitante a tres épocas distintas de la cultura danesa: la Dinamarca de 1864, la de 1927 y por último el país en 1974.
Hay más de 70 edificios de época que muestran una espléndida arquitectura y diferentes oficios de antaño: zapatero, herrero, sombrerero o relojero. Además, hay figurantes que pasean sobre las calles adoquinadas vestidos de época, carruajes con caballo… En la década de los 20 Den Gamle By enseña los efectos de la industrialización con el iluminado de las calles, el teléfono o el vehículo a motor. Por último, la Dinamarca de los 70 reacciona a lo establecido y se revoluciona en la manera de vestir, de decorar los apartamentos o entender la importancia de la mujer en la sociedad.
Dentro de este enorme complejo hay varios museos especializados, tiendas y cafeterías, y me parece una buenísima opción para adentrarse en la historia de Dinamarca. La entrada cuesta unos 18 euros al cambio y es gratuita para menores de 18 años.

El museo AROS
Tras la inmersión en el histórico Den Gamle By, el museo AROS es un salto de modernidad con muchos referentes de arte contemporáneo. El edificio está coronado por una instalación permanente, ‘Your Rainbow Panorama‘, del arquitecto islandés Olafur Eliasson. En ella se puede apreciar la ciudad de Aarhus en 360º y en diferentes tonalidades, ya que las paredes de cristal del paseo están tintadas.
El interior del museo, uno de los más grandes en su género del Norte de Europa, alberga obras muy interesantes, como la enorme escultura ‘Boy‘, del artista australiano Ron Mueck. Mide casi cinco metros de alto, tiene un realismo increíble y una mirada que te sigue por toda la sala. La entrada al centro no es nada barata (20 euros) pero digamos que por ver el continente por dentro y el contenido merece la pena.

El Festival de Aarhus
Lo sé, no es un lugar físico que pueda visitarse, pero si podéis viajar a la ciudad a finales de agosto o principios de septiembre disfrutaréis de una gran cita cultural en todo Aarhus. Durante diez días, este enclave danés vive una explosión de arte urbano, encuentros gastronómicos y música por doquier en el Festival de Aarhus, que se ha consolidado como uno de los eventos culturales clave en toda Escandinavia. Muy muy recomendable, podéis saciar vuestra curiosidad aquí.

¿Y nada más? Aarhus tiene mucho que ofrecer, pero he decidido que su parque de ciervos, el Tivoli o el jardín botánico protagonicen otro post centrado en visitar esta ciudad con niños. Así que ya sabes… ¡más adelante más!
Fuentes
Artículo ’36 horas en Aarhus, Dinamarca’. New York Times. https://www.nytimes.com/interactive/2017/10/12/travel/what-to-do-36-hours-in-aarhus-denmark.html