Los daneses tienen un gusto exquisito para decorar, y creo que cualquier persona que haya estado en Dinamarca coincidirá conmigo. Sencillez, funcionalidad, materiales nobles y calidez son algunas de las palabras que definen su estilo. Yo me vuelvo loca en las tiendas de muebles y de decoración, me llevaría todo a casa… hasta que veo el precio de la etiqueta y me digo para mis adentros que en otra vida será. El buen gusto mostrado en las tiendas se replica en los restaurantes, hoteles, centros sociales… Con muy pocos elementos consiguen crear una atmósfera confortable y con estilo. Consciente de su fuerza, los diseñadores daneses han promovido la alianza Design Denmark, para lograr que este país nórdico lidere la vanguardia del diseño mundial.
¿Pero cuándo surgió este estilo nórdico atemporal, tan de moda y con tanta aceptación social? Fue en el siglo XX cuando se acuñó el término ‘diseño danés’ para nombrar a una corriente influenciada por el Bauhaus alemán, que con la sencillez y funcionalidad mencionada antes como bandera creó piezas icónicas y atemporales en los campos de la arquitectura, muebles y decoración. Quiero recordar hoy a las mentes pioneras que sentaron las bases para el actual diseño danés (me centro en el mobiliario y dejo la arquitectura para un futuro post).Y si tenéis curiosidad por contemplarlas en vivo y en directo, el Designmuseum Danmark de Copenhague es una excelente parada para aprender de estas obras sin fecha de caducidad.
El padre del mobiliario humano
Hijo de arquitecto, Kaare Klint (1888-1954) inició su rumbo artístico ayudando a su padre y a otros colegas de profesión, pero más tarde encaminó sus pasos hacia el diseño de muebles. Klint otorgó gran importancia a la funcionalidad, creando un estilo ergonómico, muy natural y sencillo. Sentó las bases del Departamento de Diseño de Muebles dentro de la Real Academia de las Bellas Artes de Dinamarca, y con su trabajo puede decirse que fue el impulsor del auge del mueble escandinavo. Defendía que el mueble tiene que adaptarse a su usuario, por eso estudió a fondo el cuerpo humano y originó el concepto de ‘mobiliario humano’. Sus sillas se han convertido en piezas clave del diseño escandinavo, especialmente el modelo Faaborg en 1914 y la Safari en 1933, y también sus lámparas plisadas son un icono, como la Fruit light de 1944.

El maestro de la luz
En un país con un invierno oscuro y con escasas horas de luz, la iluminación es un factor esencial para crear ambientes confortables. Y si hay un estilo de lámparas que representa como nadie el estilo danés es el creado por Poul Henningsen (1894-1967). Creció con las laminarias de petróleo y por eso consagró su vida a buscar la armonía proporcionada por la luz y a evitar que fuera muy estridente y deslumbrante. Su trayectoria se halla vinculada a la empresa de iluminación Louis Poulsen, que ha vendido todas sus creaciones. En 1925 presentó su lámpara PH, que proporcionaba una luz más suave y difusa gracias a las capas que tenía. A esa lámpara le siguieron éxitos como Snow (nieve), PH 5 o Artichoke (alcachofa), y su influyente trabajo le ha valido el apodo del arquitecto de la luz.

LOUIS POULSEN
La silla como objeto de deseo
El que probablemente fue el diseñador danés más famoso, Arne Jacobsen (1902-1971) hizo incursiones en los campos de la arquitectura, el diseño de muebles, de lámparas, textiles, cerámica y utensilios.
Elevó las sillas a la categoría de arte con unos diseños elegantes y muy ergonómicos: la silla Ant (Hormiga,) en 1951, fue la que le dio notoriedad. Más tarde llegarían los modelos Cisne y Huevo, pensados ex profeso para el hotel SAS que diseñó en el aeropuerto de Copenhague. Sus butacas son fácilmente reconocibles y le valieron el reconocimiento de sus colegas de profesión y también varios premios.

DESIGNMUSEUM DANMARK
El escultor de la plata
Otro referente del diseño danés es el modernista Georg Jensen (1866-1925), un escultor que se convirtió en platero para ayudar a su familia. Quiso imprimir belleza art noveau a los objetos cotidianos, como cuberterías, vajillas, joyas o relojes, y en 1904 inauguró su propia tienda en Copenhague. Se inspiraba en los bosques al norte de la ciudad y la naturaleza estuvo muy presente en sus obras. Más tarde abriría nuevos establecimientos Georg Jensen en otras ciudades, extendiendo una producción artesanal en una marca con la que a día de hoy han colaborado muchos diseñadores internacionales.

Estos pioneros del diseño abrieron una senda que han recorrido, con éxito, muchos otros creadores escandinavos. El estilo nórdico, que tantos fieles seguidores tiene, les debe su magia a ellos.

Como dices, dan ganas de llevarte todo a casa, aunque para los de fuera haya que trabajar tres vidas! 🤣🤣
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Con todos los sorteos en los que participamos alguna pieza de diseño caerá, ya verás!!
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Es muy inteligente el tomar ideas de lo que disfrutamos en la naturaleza como animales o verduras y objetos de convivencia cotidiana para diseñar los muebles. ¡Me encanta!
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Pues sí, no hay que irse lejos para inspirarse…. Gracias por tu comentario!!
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Realmente el diseño danés es único en el mundo… ¿Será que el tiempo ,la falta de luz y esa actitud de ser tan caseros en muchos ha desarrollado una gran creatividad??😊.
A mí en concreto las sillas y las lámparas me parecen espectaculares😍
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Qué buen análisis haces! Coincido contigo, y a mí también me requetechifla este diseño…
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